Por Avenabet Mercado
avenabet@yahoo.es
Hay que trabajar para establecer la democracia desde una base más firme y más humana. Pero para tal fin se requiere voluntad entre lo que significa una acción de gobierno y otra acción de los partidos políticos, hoy tan desprestigiados por el comportamiento de algunos dirigentes mediocres en sus andanzas, peripecia, trance y “aventura”.
Y esto así porque la esperanza por un futuro mejor para muchos
jóvenes de nuestra nación esos mismos dirigentes la pisotean, hacen que el mejor de los escenarios políticos
se transforme en cinismo, hasta en desesperación.
Nos
hemos pasado cincos periodos gubernamentales, entramos al sexto logrado en
elecciones libre y transparente, acusando a los gobiernos de corruptos o ser ineficientes frente al compromiso de la deuda social, y no obstante, olvidamos que también los partidos políticos
tienen la culpa porque muchos no
ejercen el liderazgo, ejercen el tribalismo; no ejercen la organización de cuadro político, ejercen el
patrocinio del caciquismo o algo
peor: El nepotismo de aglomeración de familias bajo la autoridad de un sólo jefe.
Por eso hoy es
necesario fortalecer gobierno que ejerzan consenso o acercamientos de alianzas entre
todas las fuerzas políticas que hoy conviven en nuestra nación, para así poder promover
los valores de una sociedad más justa en la meta de impulsar la nave del Estado y que por sí solo ningún
gobierno puede lograr
el éxito.
Un buen gobierno, sugerimos al
Primer Mandatario de la Nación, Juan Carlos Varela, es aquel que genere política eficiente, movilice a más socios y produzca durante el
avance de la gestión administrativa los mejores resultados frente al compromiso de la deuda social del país.