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lunes, 22 de diciembre de 2014

Panamá: Gobierno para la democracia

Por Avenabet Mercado




El desarrollo económico y social en cualquier país siempre depende de las funciones administrativas de un buen gobierno, pero este es uno de los ingredientes que ha faltado en Panamá por demasiado tiempo.

Y quizás el éxito de una función gubernamental no está en que seamos una fuente de socorro perpetua que ayude a las gentes a sobrevivir,  por el contrario está en que todos los ciudadanos seamos socios de la creación para un cambio en una nueva forma de administrar los bienes públicos, que son propio de la nación, para así poder potenciar el desarrollo social, político y económico.
Esta responsabilidad mutua debe ser el fundamento de nuestra sociedad, como también enfocarse en cuatro áreas que son de importancia crítica para el desarrollo del país como son: La democracia, educación, salud y la solución a los problemas energéticos, respetando siempre el medio ambiente.

Además, se requiere tener instituciones capaces, fidedignas y transparentes; se requiere que tengamos una Asamblea de Diputados más fuerte, más honesta y más eficiente; una fuerza policial más honrada

y, finalmente, una Corte Suprema de la nación donde los jueces sean más independiente en sus funciones. Es ahí donde deberá situarse  la clave del éxito de un buen gobierno.

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sábado, 13 de diciembre de 2014

En Panamá, dádivas quebrantan peñas


En primer plano el caricaturista Peña Moran. un artista de vuelo internacional. 

En Panamá, dádivas quebrantan peñas

 Por Avenabet Mercado
          avenabet@yahoo.es

Hoy,  en mí cumpleaños, los colegas me mandaron una foto vieja tomada en la redacción del diario El Siglo cuando estaba ubicado en el sector de  Obarrio.  Explican ellos que es para  ir marcando la historia del diario en Panamá. 

La misma foto nos presenta un instante en que  editores comparten con el caricaturista Peña Moran, uno de los reyes del humor en nuestra nación, quien ha ganado premio internacional en universidades de Europa o igualmente, ha logrado otros reconocimientos en los Estados Unidos y países de América Latina.   

En el  momento que escribo la historia  no puedo olvidar a los colegas Delmiro,  cuando conversábamos en el diario El Siglo y  ahora, integra ese gran equipo del humor televisivo de   La Cáscara en  TV-2 , @tvnnoticias ; Feliz Barrio, en el diario La Estrella de Panamá; y  Peña Moran, siempre sentado  al lado de  Benyi, ahora en  diario Metro Libre,  les dan tanto humor a la democracia del país.

Ustedes con su sencillez son y seguirán siendo los maestros de todos nosotros los periodistas. Son educadores de la imaginación, la inventiva, lo absurdo, lo grotesco y lo paradójico.

  Me río muchos cuando observo las caricaturas del Presidente de la República, Juan Carlos Varela Rodríguez, en un humor humanizado y sin llegar a faltar el respeto; a los ex presidentes Ricardo Martinelli, con la zapatilla del pueblo  y sabemos, no es cualquier zapatilla sino una de trabajo duro;  Ernesto Pérez Balladares,  carácter rígido para simular a un toro responsable y con gran sentido de la amistad frente a su equipo político de trabajo;  finalmente a Martín Torrijos y Mireya Moscoso, también figuras políticas de nuestra joven democracia.

Todos ellos forman parte principal del elenco de nuestra democracia. ¡Sí, de una democracia excelente..! pero de festín y banquetes hasta no parar. Y esto así, porque en Panamá: Dios le da almendras, al que no tiene muelas; o  le da pañuelos,  al que no tiene narices. 

 Elecciones libre 

Y eso no es nada, todos los políticos van a elecciones libre hablando de paz, paz y no hay paz sino delincuencia callejera, pandillas. Pero peor aún, nuestros políticos luego que ganan un  torneo electoral  y logran un poco de poder, viven a Dios rogando, y con el mazo dando.

En una ocasión decían los maestros del periodismo Jaime Padilla, Lucho Estribí y el  catedrático  Milciades Ortíz,  que a nosotros nos  llaman “nuevos”  en periodismo y vamos ya siendo viejísimos.  Aún hoy, ya vamos marcando en las jornadas diarias del periodismo digital y todos sus escenarios con las redes sociales;   ustedes con las caricaturas y nosotros, con el periodismo de contenido en la Web.  
Gracias Peña Moran por ser tan humano y enseñarnos a reírnos todas las mañanas. Es como en una ocasión me dijo  el director del diario  Metro Libre, Jame Aparicio,  al comentar sobre las caricaturas de ustedes : “El humor que hacen ellos es verdadero, filosófico, breve y agudo”.

Panamá es una nación donde al ciudadano  le molesta la risa fabricada, el panameño es espontáneo, sencillo y humilde. Ustedes saben,  todos los días, llegar al corazón de cada uno de nosotros.  Yo recuerdo aquella caricatura del colega Feliz,  publicada en el diario La Estrella de Panamá,  sobre una  “tortilla”;  pero que tortilla de maíz, me hizo reír hasta jamás acabar.

Mañana Peña Moran, si podemos reunirnos, nos tomaremos una taza de café en los restaurantes El Prado o Manolo, de Vía Argentina,   para debatir sobre la política de Panamá y la democracia. Hablaremos igual como lo hacíamos en aquellos tiempos de estudiantes con el doctor Rafael Candanedo, quien siempre ha sido un periodista verdadero, honesto  y de gran valor en el ético ejercicio profesional. 

Girando la tasa de café 

 Pero recuerda Peña,  que la reunión no es para adivinar como si fuéramos tarotista analizando los granos y girando la tasa de café o observar cómo será la política del próximo año 2015. No, eso no.

En nuestra reunión de hoy, si se diera, hablaremos de economía y filosofía. La política es perversa y más ahora cuando los diablos están que riñen con el asuntos de los millones de dólares.

A  nosotros,  nada nos cae en los bolsillos; todo es para los diputados.  Lo mejor de los dados es no jugarlos, pero a dádivas no hay cerco que resista dicen supuestamente algunos padres de la patria.

Dime la verdad,  amigo Peña: ¿ Será cierto qué en dos de  las provincias del país  hay alcaldes que aman muchos los dólares y son peor que  cualquier alguacil de campo, porque  uno simula ser cojo y el otro  se cree manco?

¡ Peña Moran, dádivas quebrantan peñas en Panamá! Política es política, irónicamente se condena la injusticia de la suerte;  la forma  mejor de los dados es no jugarlos. entonces, que nadie llore. 

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martes, 9 de diciembre de 2014

Riñen los diablos en la Asamblea Nacional



                            
                       Panamá, nación con hermosas zonas forestales, mantiene  expresiones folclóricas                                 de gran valor cultural, Hay que fortalecer el turismo en Coclé.  
      

Riñen los diablos en la Asamblea Nacional 

 Avenabet Mercado

     Hay que rechazar seguir avanzando por la democracia con aquellos políticos y funcionarios que aunque le quemen las manos seguirán siendo empedernidos bribones públicos.
    Ni en el gobierno, ni en la Asamblea Nacional se puede continuar aplaudiendo a aquellos diputados que gustan forjar y deshacer leyes constitucionales en busca de  beneficios personales. Muchos de ellos  son leguleyos en miniaturas,  vistos por los lentes de un microscopio.
    Jamás se olvidan los tiempos de estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá (UP), cuando los catedráticos César Quintero y  Simeón González (ambos fallecidos) hablaban de los mismos leguleyos en sus pretensiones políticas  de pisotear la Carta Magna de la Nación.
    Aunque los tiempos cambien hay personalidades políticas que se reciclan. Hoy observamos a los doctores Miguel Antonio Bernal Villalaz, Edgardo Molino Mola, Freddy Enrique Blanco Muñoz, entre otros buenos catedráticos,  hacer docencia para salir al frente y defender derechos políticos y aspectos constitucionales del acontecer histórico de Panamá.
Ya  no se puede seguir soportando el feudalismo político que se vive en la Asamblea Nacional. La forma como se mueven algunos muñecos de trapos nos hace recordar el teatro de acción donde Frank Luttrell, el periodista bisoño creado por la pluma de Philip Gibbs, describía las escenas de corrupción mediante la novela “La calle de la aventura”.
     Al periodista  Luttrell le toco asistir a la boda de Luis Felipe de Orelans, Rey de Francia en el destierro. Allí contemplo todas aquellas magnificas figuras vestidas de azul, de rojo, de blanco y oro; muchas de esas personalidades, con nombres y títulos famosos en los anales de la vieja caballería francesa, le parecía a él que todos esos políticos eran espectros, todos irreales, todos ellos obra de la fantasía de un mundo imaginario.
    Aquella no era la vida real.  La novia,  en puridad, no era  una princesa de Francia;  aquellos grandes títulos habían sido abolidos por la República. En  la boda de Luis Felipe de Orleans,  los únicos reales eran los periodistas que estaban de pie frente a las sillas de áureas respaldos contemplando el drama, tomando nota de los trajes y los efectos escénicos, copiando el programa musical que uno de los periodistas había conseguido; en aquel lugar, a pesar de tantas bellezas,  el escenario era de corrupción.
     Aunque la historia del mundo cambia la corrupción se repite con el mismo son,  diferentes jueces y el mismo tilín, tilín de la mafia de la “Sanguijuelas”.  Pensamos ahora, al  iniciar  el mes de enero del año 2015, ir a sentarnos en las butacas de la Asamblea Nacional para observar a los mismos diputados con sus  vestiduras blancas y quizás algunos, llevaran  guantes con filigranas de oro del  supuesto premio al desgreño administrativos en los gobiernos locales.   
       Hoy los  abogados y periodistas son los únicos seres reales en Panamá, donde la  vida no es más que un espectáculo, un drama que en ocasiones es comedia, tragedia  y en otras, alegoría, cuento, ficción, leyenda, mito  y más que todo: “show”
       Concluye la fábula y se levanta el telón Gubernamental, nuevamente pasan  uno a uno los diputados. Los periodistas toman cuadernos y lápices para escribir la historia. pero a un ángulo oscuro de la Asamblea Nacional se observan tres ancianos que  repiquetean en la caja de un tambor al tiempo que a ritmo de son vociferan:
     Dineros haya en el bolsón, que no faltará quien haga el son;
     ¡ Silencio..! por dinero baila el perro, y por pan, si se lo dan
     Riñen los  diablos, ocultan los  hurtos y  nadie sabe del  son.  


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Trabajando a fondo por el turismo en  Panamá, la foto presentada es de gran valor cultural.  




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