Por Avenabet Mercado
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Los servicios de salud social en algunos hospitales del Panamá ya van generando quejas de los usuarios por la falta de respuesta a sus necesidades clínicas, principalmente aquellas asistencias que van dirigidas a las comunidades rurales donde frecuentemente se observan escenas muy deprimente.
Hay sectores sociales que por la forma como los beneficiarios reciben algunos servicios médicos dejan en el ambiente solo quejas y sin respuestas, esas acciones van generando condiciones de salud que alcanza un nivel crítico.
En muchos centros hospitalarios hay médicos que tratan el problema de la salud social con cierta indiferencia frente al deber que exige la ética profesional. No podemos engañarnos, también hay lugares donde los temas de la salud se politizan. Aquí nadie ha tenido la responsabilidad de mejorar los servicios de asistencias que prestan algunos centros clínicos, más aquellos que requieren urgencia notoria para que allí se pueda lograr un excelente desempeño asistencial.
De ahí que las autoridades deberían iniciar ya un diálogo profundo, dirigido a mejorar los servicios de salud. Hay que hacerlo con honestidad, transformando hechos y generando pasos positivos. Esos diálogos, que se inicien con la participación de las facultades de medicinas en distintas universidades del país y que el centro rector del debate lo lidere el Ministerio de Salud, para que del mismo brote una definición doctrinaria en los asuntos que requiere la medicina social.