Por Avenabet Mercado
avenabet@yahoo.es
Esta carrera por la lucha presidencial en las próximas
elecciones de mayo del 2014 tendrá que necesitar de esos
dirigentes que usen la tribuna política elevada, reforzada y en un andamiaje de principios morales, de
ideas que den a la nación soluciones práctica e inmediata.
No puede haber espacio en nuestra democracia para esos
dirigentes que pretenden prostituir la estabilidad política que hoy vive la nación
y convertirla en miedo, amenaza o de chisme apasionado entre los pasillos de una Asamblea Nacional, donde con insultos se pierden los principios de
equidad social.
Necesitamos hombres con visión de Estado, verdaderos estadistas, que sepan mover los resortes
ordinarios del gobierno o transformar la nación presentando buenos proyectos educativos, económicos, culturales
y que sirvan de verdaderas plataformas para ser desarrollado como hoy lo
hace el presidente Ricardo Martinelli.
Cada ciudadano tendrá que empezar a reflexionar. No
podemos seguir apoyando para estas
elecciones a figuras políticas siempre han abanicados sentimientos mezquinos en el ejercicio del
poder, individualista y rodeándose de granjerías burocráticas ambiciosas, muda,
sorda y ciega o que sean golfistas sociales frente a los desafíos que exige hoy el país.
Que en estos debates electorales se queden rezagado esos
dirigentes que son como ídolos de piedras en la Asamblea Legislativa, esos que
siempre viven abanicando contractos comunitarios por debajo de los escritorios, igual que sucias alimañas revolcándose entre el pellejo de los puercos en el patio
del vecino.
Es necesario trabajar con transparencia política,
honestidad para así definir claramente los limites verdaderos de las responsabilidades del Estado frente a un gobierno democrático. En éste torneo
electoral necesitamos maestros políticos insuperables, la nación se lo merece.
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