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lunes, 30 de junio de 2014

Los demócratas del cinismo


Por Avenabet Mercado
Panamá necesita más y mejor democracia. 
 Aquí tenemos dirigentes políticos que mantienen la desfachatez, el cinismo, de decir que son demócratas; y no obstante, tienen que ser reprendidos porque sus actuaciones desagradan.
Qué vergüenza pensar que son políticos sin  moral. Ni aun  dándole consejos endurecen la cerviz frente a los errores cometidos y que aún hoy, día a día, pretenden continuar con sus andanzas como si fueran florones en medio del salón.
Ningún otro título tiene la palabra. ¿Cómo pretenden ahora ser los mismos ilustres pensando en hacer cambios en las filas de sus  partidos políticos? , hay que defender esos terribles deseos de viejos carcamales con un no.
Ahora que se les mojan los flequillos   le salen los caracoles.  ¿Dónde está la ética política que tanto necesita nuestra joven democracia? Sí perdieron,  no pueden seguir ejerciendo mando en los partidos políticos a sus antojos; y sí ganaron, entonces,  hay que empezar a  preparar el camino político para formar juventudes de  relevo generacional.
La democracia no avanza haciendo cambio de un cuerpo de guardia, realmente avanza cambiando un corredor o nadador que releva a otro. Ya es tiempo para transformar el escenario político de  Panamá, pensar en que debe ser  ejemplo para otras democracias de América Latina. La  nación de Costa Rica lo logró,  pero el éxito para los “ticos” siempre ha sido por la promoción de un liderazgo de juventud, de justicia social y más que todo: De poder moral.
Ha llegado el momento del pluralismo político en nuestra nación.  Los partidos Revolucionario Democrático (PRD), Panameñista, Cambio Democrático (CD) y Partido Popular (PP) ya tienen  agendas con nueva visión hacia el  futuro. El Partido  Popular, para confirmar un ejemplo, tiene estudios políticos proyectados hacia la década del 2030 y lo hace,  pensando en un Panamá verde donde los niños puedan sentir la vegetación o las ciudades no sean solamente  torres de cementos y contaminación ecológica.  
 
No se puede seguir avanzando de gobierno a gobierno con figuras políticas de paisaje tétrico y preparando trucos para inclinar  la magna obra que realiza el Tribunal Electoral, una entidad de moral política, de conciencia social y de raíces propias del sistema democrático de Panamá.
Panamá inicia otro escenario político. Tengamos fe en la democracia, como el mejor sistema político para la convivencia humana; fe, pero en una democracia que castiga la corrupción sin importar quien caiga en el camino.
 Nadie quiere una democracia pisoteada y  ni brujos políticos irrespetando los poderes del Estado. Si lo permitimos,  ¡qué vergüenza…! No olvidemos que cuando los justos dominan, el pueblo se alegra
 

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