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jueves, 18 de julio de 2013

Burocracia estatal y empresarios



Por Avenabet  Mercado

Cada día hay que luchar por modernizar aún más las estructuras del Estado. Debemos  reflexionar  en torno a una reforma constitucional que permita asumir la ecuanimidad, el equilibrio, la justicia y la transparencia comercial donde la acción del sector empresarial pueda avanzar en coordinación con instituciones estatales sin el temor al riesgo de una competencia desleal.
Panamá necesita mantener  una relación comercial más saludable donde el vínculo prevaleciente sea el respeto mutuo, la buena comunicación, el planteamiento de proyectos en común y sin ese  juega vivo que tanto  gusta  a muchos ciudadanos;  en contraste, el vínculo de las relaciones enfermizas en instituciones públicas frente al sector empresarial  se fundamenta en la intolerancia, la incomunicación, la ausencia de proyectos en común, la resignación, el hastío y la incomprensión.

De nada vale que la actual gestión gubernamental venga ofreciendo  acciones más positivas para dinamizar la economía nacional,  si en  el camino se observan instituciones estatales que ya son enfermizas, se resisten a los cambios tecnológicos y  no giran acorde al avance democrático de los tiempos,  afectan el desarrollo de las actividades comerciales en un abanico social donde es tan difícil tener éxito porque los anillos de la burocracia aún nos golpean.
Se invita a que hagamos conciencia. Empecemos a abrir el abanico político mediante una verdadera promoción de liderazgos frente al abanico de las instituciones públicas, para ayudar a apuntalar aspectos culturales en la que nuestra escala de valores cada día  sea más elevada  en beneficio del porvenir de la nación.

jueves, 27 de junio de 2013

Niñez, discapacidad y educación


 Por Avenabet Mercado


Hoy en Panamá aún hay aspectos que preocupan respecto  a la educación,  niñez y aquellas  personas que están afectadas por discapacidad, especialmente los jóvenes  que presentan alguna condición de retos múltiples que implica dependencia.
Muchas de estas personas, a pesar de los cambios en la escolarización de los centros de educación especial,  todavía  no logran ciertas respuestas a sus necesidades educativas especiales. Por más bajo que sea el nivel de desarrollo o por sus limitaciones ellas tienen derecho a poder mejorar su condición de vida.

Todo individuo tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social. Esa meta realmente está definida claramente en la
Declaración de los Derechos Humanos.

Sin bandera política, el esfuerzo por la niñez es de todos. No importa que las acciones nos lleguen del Presidente de la Nación, Ricardo Martinelli; Juan Carlos Navarro, Partido Revolucionario Democrático (PRD); Juan Carlos Valera, Partido Panameñista; Milton Henríquez, Partido Popular;  o de los clubes cívicos del país, entre ellos,  De Leones, Rotario, Kiwanis  y  Activo 20-30.
En lo más que se pueda ayudemos a que el Instituto Panameño de Habilitación Especial ( I.P.H.E) pueda orientar cada día mejores programas hacia la enseñanza dirigida para los niños, niñas y jóvenes con retos múltiples. Establezcamos mejores políticas, entre hospitales y clínicas, dirigida a esos niños recién nacidos que presentan múltiples discapacidades para que se le brinde los elementos necesarios en interés de mejorar su vida.
Honremos, valoremos y respetemos el esfuerzo que realiza el Despacho de la Primera Dama, Marta Linares de Martinelli, dirigido a la adolescencia del país. Su esfuerzo por esa niñez, muchas veces llena de tarde solitaria, es una cruzada bien humana.  
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lunes, 17 de junio de 2013

Cazadores furtivos y ecosistema



Por Avenabet Mercado
       avenabet@yahoo.es

Pareciera que en nuestro país existen sectores económicos que no están valorando el esfuerzo que realiza la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) por proteger los parques forestales, igualmente de protección a las aves silvestres.
Existen denuncias públicas de personajes - donde ya abundan cazadores furtivos-  que en distintos puntos geográficos de Panamá se están dando a la práctica de amenazar especies de aves que abundan en nuestra fauna, en interés potencial de comercializarla en el exterior.

Aquí, muchas veces, la ley forestal se viola y dañan ecosistemas que sirven de protección a las aves. Todos conocemos quienes son sus depredadores, pero nadie dice nada.

 De qué sirve al Estado insistir en impulsar foros internacionales en nuestras universidades y escuelas del país, si nosotros mismos, los panameños, no protegemos los recursos ambientales o especies de aves como las águilas, los pericos o esas guacamayas de convertirlas en mascotas.
Urge a las autoridades asumir medidas más enérgicas, donde también se pueda crear más conciencia  al ciudadano sobre los daños que a diario se le está  haciendo al entorno ambiental, en la que ya hasta el Mono Perezoso está en peligro de extinción.

Fomentemos una mejor cultura de protección de nuestros recursos naturales. Y sobre el camino, ayudemos el esfuerzo que también hacen muchos patronatos por proteger el águila Arpía. Pensemos un poco más en el porvenir de la nación.

Ir a: Águila
Ver: Patronatos

sábado, 30 de marzo de 2013

El sistema judicial en Panamá



Por Avenabet Mercado 
          avenabet@yahoo.es

La manera como se presenta el ámbito judicial en Panamá, donde algunos aspectos inquietan y la lucha para enfrentar cualquier nivel de corrupción espanta, es para debatir, revisar, criticar, tratar de corregir y juzgar. Aquí a los jueces honestos no los aplauden, sino que los arrinconan. Pareciera que nadie le interesa que el sistema judicial en nuestro país avance. En ocasiones las acusaciones que hace una fiscalía ofenden porque hay jueces que pasan el tiempo dándole vuelta a la tortilla y acceden a los deseos de las mismas fiscalías.
Por los departamentos de muchas fiscalías avanzan funcionarios extravagantes, no aplican las cosas útiles que debieron aprender en sus universidades porque hasta la ética es pisoteada. Viven en la sociedad, pero no instruyen justicia. Cada uno tiene su mundo de ambiciones, meditando negocios fútiles con personas indiferentes.
Por los pasillos judiciales tendrá que pasar la rueda de la soberanía democrática, aquella donde el poder popular decida. Esto así porque en la coyuntura como debe aplicarse la ley parece que todo se recicla influenciado por el poder económico, más que por la ética de aquellos jurisconsultos que actúan con transparencia.
Es necesario ir pensando en cómo hacer más humano la estructura del Poder Judicial en el país.
El Judicial es un poder más del Estado, aparte del Órgano Legislativo y el Ejecutivo, donde los jueces acceden preparando una oposición, avanzando en la carrera administrativa o con los años de servicio van ocupando puestos de más poder, sin que exista ningún control del poder popular sobre ellos.
Una verdadera independencia judicial debería tener en cuenta, en primer lugar, la elección directa de los jueces y la elección para ellos de sus órganos de Gobierno, sin influencias del Poder Ejecutivo ni del Legislativo.
Deberíamos iniciar los debates en la Asamblea en interés de seleccionar a los mejores jueces, aquellos que en sus apostolados de jurisprudencia puedan actuar con transparencia y siempre apegado al principio de equidad.
Tendrá que ser así, el escenario judicial de Panamá debe empezar a moverse en una sola dirección ética, sólo si queremos ir en esa dirección; es nuestra responsabilidad y nuestro destino ciudadano el que está en juego, pero también el porvenir de la nación.

Lea el articulo en el diario Panamà Amèrica


domingo, 17 de marzo de 2013

Diplomacia y crisis

Por Avenabet Mercado
avenabet@yahoo.es

Siempre mueve a preocupación que las designaciones del personal en el Servicio Consular  obedezcan, desde muchas décadas, a complacencias de índole politiquera-partidista, sin tomar en cuenta la capacidad e idoneidad de los que llevarán la alta misión de enarbolar la buena imagen de la República de Panamá a nivel internacional.

Son escasos los funcionarios en nuestras embajadas y consulados que
reúnen el índice académico para ejercer bien su función y peor aún,  tenemos como pocos contados los de Carrera Diplomática, quienes son egresados de nuestra Universidad Nacional o de otras altas casas de estudios superiores.

Ya es tiempo que nos detengamos a mirar las caras de otras naciones en donde la carrera del servicio diplomático se distingue, ordena y va aplicándose en base a una minuciosa selección del personal;  en el avance de los nombramientos  ellas no dan las espaldas a las universidades, donde la materia primordial es la especialización de relaciones internacionales y el manejo de la diplomacia; no predominan en los nombramientos esos  amiguismos, influencias políticas, familiares y compadrazgos.
Necesitamos muchos diplomáticos atrevidos, para hacer el bien al porvenir  de la  nación. Tenemos que ir eliminando a esos representantes consulares que gustan el escamotear documentos.
Sí, aquellos que son indiferentes a las leyes que rigen al comercio internacional entre naciones y ejercen sus labores administrativas de festín en festín; esos que no acuden en defensa de cualquier panameño afectado, en ocasiones,  por un simple  incidente social.

En los puestos diplomáticos necesitamos buenos profesionales, honestos y atrevidos para hacer el bien o resueltos para decir la  verdad. Así deberán ser  aquellos ilustres  panameños  que, antes de ser admitidos en los cargos, ya las autoridades saben  que  desde su juventud traen de sus hogares las buenas costumbres.

Aceptemos y reafirmemos el elevado valor educativo que nos entrega la Universidad Santamaría La Antigua [USMA], Universidad de Panamá [UP], Universidad Latina, entre otras, en su apoyo a la Carrera Diplomática, reglamentada en 1969 y denominada  ‘Escuela de Servicio Diplomático’. Toquemos las puertas de nuestras universidades, estos cargos conllevan el compromiso de elevar a Panamá en un honroso sitial a nivel mundial.





viernes, 1 de febrero de 2013

Pecados políticos y diputados que ladran

11 | 01 | 2013
Por : Avenabet Mercado
avenabet@yahoo.es
En nuestra nación hay asuntos que requieren de urgencia, la justicia es una de ella. Ha llegado el tiempo en que los ciudadanos deben aprender que nada rasca mejor nuestra piel que la propia uña. Tenemos algunas organizaciones sociales y políticos oportunistas que literalmente no sirven para nada. Esto es así porque hoy, en plena jornada de la democracia, observamos organizaciones ciudadanas con excelentes trayectorias en su lucha para enfrentar la corrupción y también notamos otras que distan muchos de su razón de ser: están sumergidas en la inercia, padecen una metamorfosis en la que adquieren un carácter sectario, exclusivista y de club social. Recientemente, en sesión de Gabinete, se acordó nombrar a Ana Isabel Belfon como nueva procuradora general de la nación, y hubo quienes la adversaron sin saber aún cuál sería su línea de ejecución. Belfon hizo una larga carrera en el Ministerio Público, empezó desde abajo, como personera municipal hasta llegar al cargo de fiscal superior. Sus funciones no estaban relacionadas con la parte política ni del Órgano Ejecutivo, sino del sistema judicial del Estado. En la jornada por la justicia, ella fue la asesora legal de una de las mujeres civilistas más luchadoras contra la dictadura militar: la exalcaldesa Mayín Correa. Es una funcionaria actualizada, cuenta con una maestría en el Sistema Penal Acusatorio, profesional del Derecho y conoce perfectamente lo relacionado al Derecho Penal. Su llegada a la Procuraduría de la Nación puede ayudar para dar respuestas a algunos reclamos, que requieren de correctivos formales. No olvidemos aquella crisis política que nos dejaron las investigaciones del Centro Multimodal, Industrial y de Servicios (Cemis), donde hasta dirigentes sindicales resultan embarrados. Es tiempo de empezar a poner orden. Aquí la justicia, muchas veces, utiliza un lenguaje judicial que la gente común no puede hablar, no puede entender, no puede escribir y, peor aún, con frecuencia, varios procesos judiciales están abiertos al soborno. Hoy, pocos jurisconsultos quieren detenerse para analizar los problemas que sufren los ciudadanos cuando van a resolver un caso penal. En las oficinas todo es un manoseo de papeles, un laberinto. Peor, algunos tribunales superiores son como árboles de silencio donde las personas van buscando respuestas judiciales y salen sin resolver nada. Allí, desde la raíz más pequeña, es tan difícil encontrar un leñador que realmente dedique su tiempo a dar respuestas jurídicas para aquellas personas que nada tienen y nadie quiere oír. Si Belfon ha llegado a la Procuraduría para enfrentar cualquier condición de delitos graves, cualquier asomo de corrupción o para unirse a esos magistrados y jueces que velan por la correcta administración de justicia, entonces, tiene que ser aplaudida. Necesitamos un Panamá justo, necesitamos abogados y jueces de absoluta honradez y lealtad, necesitamos una disposición moral a mantener viva la justicia ante la adversidad de quien es víctima de abuso y que le retribuyan lo que le corresponde por ley. En el Órgano Judicial no podemos seguir aplaudiendo que en el desempeño de gestiones estén algunas manos de políticos o diputados que mantienen espíritu mezquino, mediocre y, más que todo, aberrante. Recordemos recientes legislaturas en nuestra joven democracia, y más en tiempos de la dictadura militar, todos sabemos muy bien cuánto esfuerzo cuesta vencer aquella repugnancia que inspiraban ciertos diputados cuando hablaban de patriotismo y pisoteaban el santuario de las leyes. Mientras la caravana de la jurisprudencia avanza, hay que apartar del camino los pecados políticos y aquellos diputados que ladran porque olvidan que la justicia es una condición necesaria para la paz democrática y el desarrollo de nuestra nación.
Lea éste artículo en el Panamá América. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Aeropuertos, líneas aéreas y políticas de gobiernos

Por : Avenabet Mercado

 Avenabet@yahoo.es

 Vivimos cada día en un mundo más pequeño porque el desarrollo de la aviación acorta distancia y las infraestructuras de los aeropuertos internacionales exigen hoy edificaciones gigantes para los grandes aviones comerciales, estos tienen que ser cada día más modernos. Y es por eso que debemos observar hoy como positivas las inversiones que vienen ejecutando muchos empresarios e industriales, tanto panameños como extranjeros, en el Aeropuerto Internacional de Tocumen con el apoyo de una buena política económica del Estado, donde también se proyectan acciones dirigidas al potencial humano en interés de fortalecer el trato con los turistas que llegan al terminal aéreo. Allí, en la terminal de Tocumen, están las manos de ejecutivos ejerciendo criterios modernos para la administración de una terminal aérea. Hay que escucharlos: Hablan de diseños amparándose en los planteamientos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo especializado de las Naciones Unidas que supervisa el crecimiento seguro y ordenado de la aviación internacional; en sus diálogos insisten por un mejor desarrollo tecnológico en los procesos de comunicación y también de la importancia de las relaciones públicas que los trabajadores deben mantener con el cliente para potenciar mejor los beneficios de la industria turística en beneficio del desarrollo de la nación. Los primeros diagnósticos de esa realidad social y comercial ya tienen su esquema de algo bien importante. Unas de las primeras jornadas fue marcada por el gobierno al asegurar un clima favorable para la inversión empresarial local y extranjera, como elemento fundamental hacia más empleo en Panamá; todo empezó con aquella acción cuando el presidente de Costa Rica y Panamá, Oscar Arias y Ricardo Martinelli, respectivamente, unieron esfuerzos para desarrollar aún más la terminal aérea de Enrique Malek, en la ciudad de David, provincia de Chiriquí. Esa acción sigue tomando fuerza en la región de Barú cuando los empresarios junto a las autoridades del Gobierno Nacional insisten en querer proyectar la visión de un aeropuerto internacional que sirva de puntal para el desarrollo económico de la región y que además, ayude a desarrollar los puntos fronterizos entre Panamá y Costa Rica. Pensando en el beneficio de la industria turísticas y el potencial de los aeropuertos panameños, son beneficiosas las reuniones bilaterales que el presidente Ricardo Martinelli mantuvo con el ministro de Alemania, Kurt Beck y la viceprimera ministra y ministra de economía, Eveline Lemke, en la cual expresó las bondades de Panamá como país. Por eso en esa misma jornada de reuniones son significativas también las reuniones de Martinelli con Jens Bischof, miembro de la junta directiva de LUFTHANSA, donde manifestó el deseo del gobierno panameño de que esta empresa ofrezca servicios desde Panamá. Los aeropuertos internacionales son puntos que unen al mundo. De seguir avanzando así, entonces, veremos a Panamá constituirse en un modelo de desarrollo comercial en la región de América Latina. El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de equipos, de método y de organización. 

http://about.me/AvenabetMercado

lunes, 5 de noviembre de 2012

Crisis educativa en Panamá

Por:  Avenabet Mercado

Avenabet@yahoo.es

 Cada vez que oteo los escritos de Marchall McLuhan y su concepto de “Aldeas Global” pienso muchos en el nivel de la crisis del sistema educativo que hoy estamos viviendo en Panamá, es tan difícil hacerle frente debido a la politización entre muchos dirigentes sindicales y otros sectores sociales; cada momento que reviso los planteamientos culturales del escritor y educador Lee Jacocca, reflexiono entorno a la deficiencia de cómo, ahora, muchos estudiantes salen de los centros superiores sin haber hecho por lo menos una tesis de grado y solo se conforman con una breve monografía, que según ellos: “Es para salir del paso”. Hay que hacer algo con los temas educativos del país, pero no cualquier cosa. Tenemos crisis de egresados en casi todas las universidades, todos los materiales lo reciben ahora como sancochado y ya salen a las calles sin saber qué hacer en el mercado laboral, los centros de enseñanza superior tendrán que encaminar sus pasos hacia la reforma educativa. Las rúbricas sí se quiere - como nos diría la doctora Frida Díaz citando al escritor Mc Grave con su obra la “Enseñanza Situada”- son unas de las excelentes armas que los docentes deberán empezar a utilizar hoy para forzar a los estudiantes al cambio de nueva forma de investigación; de esa manera los docentes podrán establecer moderna forma de evaluación para aquellos que llegan a nuestras universidades con muchas deficiencia y egresan, quizás, con peores situaciones de deficiencias en su formación académica. Cualquier cosa por la educación del país tendrán que hacer las autoridades universitarias - ya sea en la Universidad de Panamá (UP), Universidad Santa María La Antigua (USMA), Universidad Tecnológica de Panamá ( UTP), Universidad Latina, entre otras. Todas tendrán que hacer algo, excepto quedarse sentadas. Debemos sugerir a nuestras autoridades universitarias que las rúbricas son “pertinentes” para determinar tareas que no implican respuestas correctas o incorrectas en el sentido tradicional del término, sino más bien aquellas donde lo importante es decidir el grado en que algunos atributos están o no presentes en el desempeño del alumno. Hoy los cambios educativos en que insiste el rector de la Universidad de Panamá, Gustavo García de Paredes, deben debatirse la forma objetiva; la insistencia de la Ministra de Educación, Lucy Molinar, ejerciendo su reflexión sobre reformas en los episodios de la enseñanza debe ser escuchada. Habrá que aplicar mejores recursos educativos para aquellos estudiantes que se mantienen en la universidad peor que una caña molida. El problema que hoy urge nación no es decir, sino hacer. De no ser así, seguiremos con los instrumentos estáticos del lápiz y el papel o el recital de danzas de los mismos brujos sindicales, pero aquellos del pobre desempeño moral que días a días dan la espalda al porvenir de la nación.

http://www.panamaamerica.com.pa/notas/1207823-crisis-educativa-en-panama

jueves, 28 de julio de 2011

¿Martinelli, nos comerán los lobos?


Por: Avenabet Mercado
amercado@elsiglo.com

En nuestra nación estamos viviendo como los corderos en medio de lobos. Por las calles no se puede andar con carteras, bolsas ni calzados finos, y el estallido de un balazo ya no importa a nadie.
Los robos, casos de violencia doméstica y violaciones carnales registran cifras que ya están escritas en las estadísticas del Ministerio de Gobierno y Justicia. Panamá se ha transformado en un país donde pareciera que nada importa, la prevención social para enfrentar los niveles de delincuencia es deficiente.
Las escenas en la ciudad de Panamá ya nos están doliendo a todos, es penoso ver los escenarios presentados cuando se observan a jóvenes pandilleros avanzar por los barrios sin respetar los nichos familiares.
Ya en Panamá ha llegado el momento en que las autoridades del Gobierno Nacional tendrán que hacer milagros para proteger los núcleos familiares. La Policía Nacional, sus comisionados, deberán tener más liderazgo y ser más honestos al presentar sus planes preventivos dirigidos a enfrentar el aumento de grupos pandilleros, los cuales avanzan por las distintas ciudades del país.
Los gobiernos que hemos tenido pareciera han sido mezquinos al enfrentar con poco valor el tema de la delincuencia y ola de pandillerismo callejero. Al finalizar su mandato, la ex presidenta de la República, Mireya Moscoso, dirigió acciones para enfrentar los escenarios donde operaban los grupos delictivos y la ola de crímenes no se redujo.
Asimismo, el ex presidente Martín Torrijos prometió que en su gobierno frenaría las acciones de los grupos pandilleros y, también, que regresaría la seguridad o la justicia social. No obstante, su tema por la seguridad se transformó en caos, tras generarse otras nuevas modalidades de los crímenes ligados al tráfico de drogas.
Hoy abrigamos la esperanza de que el primer ejecutivo de la nación, Ricardo Martinelli, con una buena acción de gobierno pueda sacar de las calles todas estas escenas vergonzosas que nos van dejando las acciones delictivas. Pero también, los ciudadanos deberíamos aportar nuestros granitos de arena. Democracia significa derecho a la vida, libertad y justicia social. Si no lo logramos, entonces, los lobos se comerán a los corderos y las familias seguirán viviendo laceradas por los látigos de la injusticia y la violencia social de una delincuencia que ya espanta.

Estrangulan a ganaderos y agricultores


Por :Avenabet Mercado
amercado@elsiglo.com

Muchos políticos no saben hacia dónde sopla el viento en las tierras altas de la provincia de Chiriquí, y muchos menos cómo los agricultores cultivan los frutos en la hermosa región de Boquete. Ellos, aunque duela decirlo, todo lo ignoran, pero lo que sí saben hacer bien es ir a buscar votos en tiempos de campañas electorales.
Hay que ver todas las mañanas al agricultor chiricano sembrando sus semillas, y aún en la tarde los campesinos no dejan reposar sus manos callosas después de la jornada del día. Algunos políticos no saben cómo en las regiones de Veraguas, desde muy temprano, el sol golpea la frente del ganadero. Las memorias de ciertos dirigentes, de oficinas refrigeradas, no registran esas secuencias, y mucho menos podrán comprender otras gráficas que ocurren en la provincia de Chitré, donde empresarios honestos almacenan la leche para poder cultivar uno de los mejores quesos en regiones de Centroamérica y áreas del Caribe.
Allí —y debe ponderarse—, en la Provincia de Bocas del Toro, los arcos del triunfo no siempre nos llegan tejidos con capullos de rosas y cordones de seda. Aquí persisten señales dolorosas de sacrificio, de trabajo, dedicación y honestidad entre los bananeros golpeados por las crisis económicas que van dejando el desempleo. Es hermoso ver a los pescadores faenando o abrazándose a redes en pleno sol del día, pero, ¿qué saben los políticos de nuestra nación cómo se captura un pez, o cómo estruja la sal a la piel por los efectos del sol? ¿Qué saben los políticos del sonido musical que produce una guadaña en su contacto con la tierra?, jamás han visto cómo crecen en las mañanas esas hermosas margaritas en las montañas de Cerro Punta o esas hierbas verdes y aquellas flores cultivadas con el amor del agricultor chiricano.
Todo es esfuerzo y sacrificio. Hay que ver cómo en la madrugada, en Coclé, bajan de zonas rurales muchas damas para vender en Antón hermosas flores o esas plantas medicinales que ya hasta los turistas extranjeros reclaman a sus pasos por la región. Los políticos alardosos, presumidos, no saben nada del dolor del agricultor panameño soñando con exportar sus productos por furgones a otras naciones.
Panamá no necesita más burócratas; necesita gobernantes con perfiles de estadistas, necesita excelentes empresarios y funcionarios que sepan cómo el agricultor introduce sus puños en la tierra y limpia sus praderas. Hay que trabajar con fe en la nación y la democracia. Ya no se quiere a esos políticos mediocres que nos causan más dolor que la guadaña.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Diputados, circo y payasos
J
Avenabet Mercado

amercado@elsiglo.com

En nuestra nación, los ciudadanos tenemos que empezar a aprender que nada rasca mejor nuestra piel, que nuestra propia uña. Aquí la justicia, muchas veces, utiliza un lenguaje judicial que la gente común no puede hablar, no puede entender y no puede escribir. Peor aún, con mucha frecuencia, algunos procesos judiciales están abiertos al soborno.
Y la situación es peor si observamos el circo político de como hoy se debaten los proyectos de ley en la Asamblea Nacional, todo parece que avanza a garrotazos. Es una vergüenza para la democracia del país la forma cómo los diputados empujaron el proyecto de ley sobre el Código Minero. Ya, anteriormente, lo habían hecho con reformas a la aviación comercial, los códigos de Trabajo, Penal y Judicial, así como otras leyes de urgencia necesaria.
Los diputados del país no pueden seguir actuando como malabaristas, payasos o equilibristas. Sería mejor que en sus espectáculos piensen en elaborar leyes más acorde a las necesidades de los ciudadanos..
Aquí nadie quiere detenerse a analizar los problemas de los ciudadanos, sufren cuando van a resolver un caso penal porque allí todo es un manoseo de papeles, un laberinto. Los tribunales superiores cuentan con magistrados y secretarias repartidos a nivel del distrito judicial y algunos de ellos son como árboles de silencio para la ayuda de ciudadanos que van buscando respuestas judiciales y salen sin resolver nada.
Pero si hablamos de los juzgados municipales, el asunto es peor. Desde la raíz más pequeña, es tan difícil encontrar un leñador que realmente dedique su tiempo a dar respuestas jurídicas para aquellas personas que nada tienen y nadie quiere oír.
En el tren judicial también existen jurisconsultos que no pueden saltar fuera de su sombra. Algunos son aberrantes y hasta cierto punto perversos.
Urge que en Panamá los procesos penales y judiciales se desarrollen con la verdadera equidad jurídica y social. No podemos continuar permitiendo que la justicia del país baje al nivel de circo político, no podemos seguir permitiendo que en la Asamblea Nacional todo sea una fiesta, no podemos seguir permitiendo que muchas investigaciones llevadas a cabo indiquen que las víctimas de abusos físicos bajo custodio policial y otros excesos sean, desproporcionalmente, gente pobre quienes la sufran.
Lo que está dejando hoy la democracia son caminos de espina y dolor. Los políticos tienen que empezar a reflexionar.

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