Por Avenabet Mercado
avenabet@yahoo.es
Urge en Panamá una política económica y agraria donde los
agricultores sean los protagonistas de su propia elevación moral y social. Por
eso hoy, más las regiones de Veraguas y Coclé golpeadas por las indiferencias políticas
de gobierno a gobierno, tenemos que recordar esa famosa encíclica ‘Madre y
Maestra’, del año 1961, cuando el Papa Juan XX111 celebró los 70 años de Rerum
Novarun (De las cosas nuevas) e inclinó todos sus esfuerzos en su lucha por la
familia y ese gran respaldo moral que siempre espera el agricultor.
No olvidemos también
otear aquel 15 de mayo de 1891, cuando el Papa León Xlll,
en el primer documento oficial del cristianismo, hace un llamado a dar
prioridad a la familia, a la Iglesia y a la doctrina social frente a los bienes
temporales, donde también involucra al campesino.
De ahí que en nuestra nación todos deberíamos reflexionar
sobre el valor moral que encierran esos pensamientos religiosos, donde se pondera la dignidad del hombre y los
deberes del Estado frente a los trabajadores, especialmente al campesino, quien
ahora viene a la ciudad en busca de bienestar económico y solo encuentra ciudades
desforestadas en las que sueño de alegría solamente se lo lleva el viento.
Ya se hace necesario inclinar las miradas a las zonas
rurales del país. El hombre que trabaja la tierra no solo necesita de tierra,
sino de otras ayudas para poder sembrar. En todas las jornadas políticas de Panamá
el agricultor socialmente siempre ha sido desprotegido y condenado a la
miseria.
La jornada de avances políticos en esta campaña electoral
trae al debate una nueva esperanza por el cambio de vida del agricultor
panameño. El candidato presidencial por el CD, José Domingo Arias, junto a su compañera de fórmula
por la Vicepresidencia de la República, Marta Linares de Martinelli, trae al debate
una acción de gobierno dirigida a elevar la moral del campesino.
En las palabras de los dirigentes Marta Linares no hay confusión, jamás; tampoco hay confusión
en los planteamientos de José Domingo Arias, cuando hablan a los agricultores
del país.
Para ellos, la acción del cambio, tiene que llegar nuevamente para darle al
campesino el grado de desarrollo en los servicios públicos como caminos,
transportes, agua potable, asistencia médica, educación y viviendas, que
permitan avanzar hacia situaciones
sociales más dignas en las zonas rurales.
Cuando el ciudadano deposita su voto, está decidiendo el futuro de la nación.
Y la democracia es un derecho para todos, pero si
no se pone énfasis en la política verdadera
para un desarrollo social por encima de la mediocridad y la demagogia, sino
se hace, entonces estaremos castigando
el futuro de la nación para dejarlo en mano de los demagogos.